Llega a Pamplona desde ciudad de origen.
Si es necesario, traslado al hotel según se va llegando
Alojamiento en régimen alojamiento y desayuno
A la hora indicada nos juntaremos todos para presentaciones y nos desplazaremos al centro de la ciudad para una visita guiada.
Cena de grupo en restaurante.

A la hora indicada nos juntaremos todos en el hall del hotel. Nuestro recorrido nos lleva al norte de la Comunidad Foral, comenzamos por el término municipal de Igantzi. En el corazón de un paraje singular, declarado Reserva Natural en 1987 por atesorar el único bosque autóctono de carpes o Carpinus Betulous, también conocidos como abedulillos, entre castaños centenarios, arces, robles y fresnos, encontramos un Santuario Espiritual, San Juan Xar.

Junto a la carretera está la entrada, atravesando el arco un camino sencillo trascurre junto al cauce del río hasta las tres fuentes, subiendo la escalinata a su derecha llegaremos a la gruta ermita.

La fuente de tres chorros cuyas aguas, según la creencia popular, tiene milagrosos poderes curativos contra las afecciones de la piel. Es tradición que se beba primero de cada uno de los caños y que luego se frote con un paño mojado la parte afectada. Luego se abandonan los pañuelos en los alrededores de la fuente, posteriormente el cura los recogerá y los quemará. La costumbre viene de largo, por eso antes de que llegara aquí la imagen de San Juan Bautista que hoy habita la cueva, los rezos y las ofrendas eran para las lamias, ninfas, que según la mitología habitaban esta zona desde los albores de los tiempos.

Continuamos hacia el valle de Baztan. Un halo de misterio envuelve al valle, asentamiento de una raza extraña, de procedencia confusa y peculiar idiosincrasia, “los Agotes”. Hasta su propio nombre, la palabra Cagots, Cas-gost, significado “Perros Godos”. La raza fue objeto durante muchos siglos y hasta bien poco, de una marginación social y absoluta, cargando con las culpas de todos los desastres y malas cosechas y siendo blanco de la mofa y el desprecio de los lugareños.

Su principal asentamiento fue en la localidad de Arizkun, han estado discriminados por el resto del pueblo desde tiempo inmemorial, llegando a estar fuertemente marginados incluso a nivel religioso, teniendo que sufrir todo tipo de injusticias aún en pleno siglo XX, a pesar de la leyes promulgadas en siglos anteriores por las Cortes navarras equiparando a este grupo con los demás y prohibiendo la denominación de agote como injuria, por ejemplo, no podían sentarse a la misma mesa que los nativos baztaneses, y en la iglesia de Arizkun una verja les separaba de ellos.

Nos vamos adentrar visitando el mirador del Baztan, desde donde tenemos una fantástica panorámica del valle. El termino de Urdazubi – Urdax es nuestra siguiente parada, la puerta del Reino de Navarra un lugar donde se unen historia, tradiciones y naturaleza.

Urdax se remonta a la prehistoria, tal como lo atestiguan sus conocidas Cuevas los humanos habitaban ya estos montes hace 20 mil años. Visitaremos la gruta de Ikaburu, conjunto considerado el yacimiento prehistórico del Paleolítico superior más importante de Navarra.

Estamos en tierra de brujería y akelarres, llegamos a Zugarramurdi, el pueblo de las brujas, donde fantasía y realidad se mezclan para regalar a la imaginación la posibilidad de hacer un apasionante viaje a través del tiempo. Conocida internacionalmente por producirse en la localidad la mayor “caza de brujas”. Su cueva conocida como Sorginen Leizea (de las brujas) o el Prado Berroscoberro fueron testigos mudos de misas celebradas por el Diablo y actos sacrílegos que finalizaban con la comunión carnal del demonio con sus fieles.

Almorzaremos en restaurante de la zona.

Retrocedemos sobre nuestros pasos hasta la capital del valle, Elizondo y el valle del Baztán esconde los secretos de un referente de la novela negra española, la exitosa Trilogía del Baztán de éxito mundial, escrita por Dolores Redondo toma como escenario los paisajes y pequeños caseríos del valle.

Crónica negra de un suceso real que se halla bajo secreto de sumario y en él están implicadas personalidades de toda la geografía.

El regreso a Pamplona lo realizamos por Irurita, una estrecha carretera que nos lleva al alto de Artesiaga, situado a 990 m. Desde aquí divisamos los montes de Saioa y Zuriaine, en el descentro nos adentramos en Quinto Real, un bosque de hayas de donde salieron parte de los mástiles para los barcos de la famosa Armada Invencible.

Para finalizar, una vista de postal como recuerdo de nuestro viaje nos la da, la pequeña localidad de Eugi junto al pantano al que da nombre.

Llegamos a Pamplona y descansaremos un poco hasta la hora de juntarnos.

La ciudad tiene una rica gastronomía en miniatura y nos vamos a descubrirla, nos vamos de pintxos y vinos.

Desayuno y tiempo libre hasta la hora prevista de salida, traslado a estación.